viernes, 15 de diciembre de 2006

MICROCUENTOS

INESPERADO (Hellen Camargo)

Y justo alli espero con un pie en el acelerador que el color del semáforo cambie, invadida por un gran pánico me doy cuenta que he quedado ciega


SIN TITULO (Indira Chaves)

La fatiga que me produce la vida me acongoja; llena de melancolia mi alma desgastada y produce en ella un deseo de desaparecer sin dejar el menor rastro de mi existencia.

SIN TITULO (2)

En ese preciso momento ingresó a la habitación deshabitada y oscura... Esto lo aturdió.

viernes, 24 de noviembre de 2006



UNA SIMPLE CARTA


Juanita Velásquez


Mis manos me duelen, pero mi sed de venganza es más fuerte que mi dolor, a veces pienso si ese día no hubiera abierto ese sobre, y esa carta no la hubiera leído, pero mi espíritu de curiosidad es más grande que cualquier cosa casi igual de grande como mi sed de venganza.
Es un sobre como el de cualquier otra persona me decía mi abuela, diciéndome que talvez era para pedir perdón, por todo lo sucedido, para empezar hacer la paz con los más cercanos, o que por lo menos alimentara mi curiosidad.
El sobre decía: "Señorita Mónica Gutiérrez" a mano, la letra era cursiva, muy bonita, solo con esto se podía deducir que estudiaba en colegio de religiosas y con letra de maquina: "remitente: Señorita Ligia Zambrano" lo que indica que lo envió por correo, la carta era breve y concisa, decía:
" 29 de Febrero de 1982
Hemos sido enemigas durante muchos años lo cual es difícil de explicar para mi, por que fuimos las mejores amigas que jamás pudieran existir, pero esta carta no la mando con un motivo de perdón y mucho menos de reconciliación, y digo hemos porque hasta hoy será así porque pronto terminara tu existencia, con mucho dolor, igual al que yo siento, o quizás mayor.
Ligia Zambrano."
Solo la deje resbalar por mis manos, y corto toda a palma de lado a lado, depositando en mi alguna rara sustancia de la cual yo no me percate al principio, porque solo fue un gran dolor el cual me confundió y no me dejo reaccionar siquiera del dolor, no sabia si era psicológico o simplemente físico.
Mamá era medica y me inyectaba morfina, esto me calmaba el dolor pero no me calmaba mi forma de pensar, yo me quería vengar a toda costa, pero de la misma forma que ella lo hizo, pero sin dejar ninguna evidencia.
Así que hice una breve visita a su casa, y hable con ella tranquilamente intentándole decir que no tenia que terminar así que todo se podía cambiar, hasta que se descuido y con la misma carta la moví tan delicadamente que no se percatara de lo que hacia, pero la herí en el cuello algo muy leve, pude disfrutar el como fingía estar bien y el dolor que sentía, fue con un poder increíble que definitivamente me curo del dolor que me había causado, ya no dependía de la morfina, era algo más poderoso, la venganza.

NATALIA BENREY

Esa voz en mi cabeza, otra vez.
Me visten de blanco. Me dan medicamentos todo el tiempo. Parece que esa es la única forma para callar esa voz. A veces me dan pastillas, otras me dan jarabe. Últimamente me han inyectado en mi brazo izquierdo. Me duele. Pero se calla.
Muchas veces no distingo si esa voz es real o esta en mi cabeza. Solo se que no estoy loca.

Siento que soy un fantasma. No existo para nadie, nadie existe para mí. Vivo para ser martirizada por esa maldita voz y para ser torturada por cientos de medicamentos.
Hay una mujer nueva. Cree ver a su hija muerta.
Y entonces, otra vez, esa voz..
Ahora empezaron con mi brazo derecho.

Su nombre es Piedad. Veo tanta tristeza en sus ojos. Tiene una mirada perdida y azul. Me recuerda a mi mamá.
Cuanto quisiera ayudarla, pero me da risa.

A veces, cuando la observo detenidamente, veo como juega a las escondidas traviesamente y canta canciones infantiles. Tampoco creo que este loca. Yo no veo a su hija, pero se que esta con ella todo el tiempo.
Ella, se arrodilla en el piso y con la imagen de su hija en su cabeza, abraza al aire con tanto amor que no puede evitar llorar al recordar que su pequeña ha muerto.

Yo, me burlo en silencio. Me doy un puño en la cabeza para que se calle la voz de nuevo y me deje escuchar el dolor de Piedad.

El martes de la semana pasada (Lo recuerdo porque todos los días anoto la fecha desde que llegue. Uno de los propósitos aquí, es arrebatarnos el tiempo) Me encontraba sentada en el parque disfrutando del atardecer y del silencio en mi cabeza.
Piedad se sentó a mi lado. Me sonrió mientras se secaba las lágrimas y se arreglaba el cabello. No hablamos. Me ofreció un cigarrillo.
Nos fumamos una cajetilla sin pronunciar palabra alguna.
De pronto, y como si hubiera tenido algún tipo de premonición, me agarro la mano fuertemente y de un salto me paro del suelo. Parecía entusiasmada. Empezó a correr hacia la azotea del edificio como si algo la estuviera esperando. Sonreía y en su rostro había una expresión de agradecimiento infinito. No conmigo, con alguien que desconocía pero que le había iluminado un camino.

Al llegar por fin al techo, me soltó la mano y me hizo un gesto de “encontré lo que estaba buscando”.
Yo estaba llena de curiosidad y completamente feliz porque no había escuchado la voz desde más de una hora.
Piedad, se sentó en el borde tambaleando, cerro los ojos y una sonrisa gigantesca invadió su rostro. Suavemente se quitò la bata blanca. Quedò desnuda, yo…estaba fascinada.

Volteò su mirada de nuevo hacia mí, se había formado entre nosotras un mágico lenguaje de entendimiento y comprensión sin utilizar palabra alguna. Por primera vez sentimos paz en ese lugar.

Nunca lo supe, nunca me lo dijo, solo me miraba con sus inundados ojos, tal vez pidiendo en secreto compasión desesperada, o tal vez alguien que tomara su mano, pero no lo hice a tiempo, no lo vi ni entendí a tiempo y ahora es cuando comprendo todo.
Vaya hora de darme cuenta de lo que pasaba por la mente de aquella pobre infeliz mujer, cada gesto lo decía porque jamás emitió palabra alguna.
Solo se sentó en la superficie del viejo edificio, con una seguridad infinita; disfruto de los golpes del viento entre sus senos y se abrazo a si misma.
De pronto sonrió; alzo sus brazos al cielo…y salto.

De nuevo, esa maldita voz.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

HELLEN CAMARGO

Despierto despues del mas magnifico sueño que alguna vez pude tener. Observo las huellas de sangre el hacha en el suelo,hasta el techo esta manchado de sangre. Me arrepiento de lo que hice pero al mismo experimento gran satisfacción porque logre obtener un "castigo" despues de lo que hice; aun no se si es mas grave el delito que cometí o el castigo que aplique.

Vuelven a mi todas las imagenes de aquel instante en el que sostengo el hacha en la mano derecha y contemplo su mirada fugaz, suplicando por su vida, se encontraba en el suelo, se veía tan dócil que si hubiese tenido tal actitud desde un principio, jamás le hubiera hecho daño alguno pero como no fue asi a mi apreciado compañero, aquel con el que solia ir a jugar cartas hasta el cansancio, aquel con el que lograbamos hastiarnos de la comida, aquel con el que por toda mi infancia comparti.A él lo ate con una soga a una silla , a mi "fiel" amigo, con mi mas grande coraje le tome la cabeza y con el hacha logré desprenderla del cuello, yo solo queria que Oscar, porque asi se llamaba el traidor, lograra tener una concepcion de la verdadera amistad, en la que por ningún motivo es permitido hurtar a su compañero de vivencias.Me detuve y examiné detenidamente cada gota de sangre derramada en el suelo, arrojé el hacha, lo contemplé durante horas y después de meditar lo ocurrido, pensé que tal ves, me había me equivocado pero alli estaba él, sentado y al lado su cabeza rebosante.Toda la habitacion invadida por aquel olor,que penetraba hasta lo mas profundo de mi ser hizo que con la misma arma que habia asesinado a Oscar mutilará cada uno de los dedos de mi mano derecha, no era injusto que yo estuviera intacto después de haber causado tal desgracia. En consecuencia, no tardé en perder el conocimiento durante 18 horas aproximadamente. Luego de ello, abro mis ojos con tal miedo del que soy embargado, me encuentro espectante y allí veo a Oscar, no sé que hacer, busco huir y sin más preámbulo permito que el hacha penetre mi cuello de la misma forma que lo hice con mi compañero, allí queda toda mi vida, se derrumba frente al plagio de una verdadera amistad.

VIEJOS AMIGOS, NUEVOS COMPAÑEROS


INDIRA CHAVES

Vi pasar frente a mis ojos , como si fuese una película, toda mi vida...
vi como en mi niñez escarbaba en la tierra en busca de exquisitos gusanos, gusanos brillantes y gordos, y como durante el resto de mi vida me deteste por haberlo hecho.creo que esto es lo que más me reproché a lo largo de mi vida...
jamás lo pude superar, aún me dan náuseas de solo pensar en ello. Ahora no puedo moverme para alejar a los gusanos, brillantes y gordotes, como los que algún dia comí; Ahora son ellos los que se están comiendo mi carne, pero no como lo hacia yo, por gusto sino por necesidad, ellos lo hacen por sobrevivir.
Entonces sobre mi rostro sentí, como estos animales comen mi carne, ya puedo sentir un par de hoyos donde anteriormente estaban mis ojos , por ellos entran los gusanos a mi cerebro y se alimentan de mis neuronas.no lo puedo soportar, me voy a enloquecer, no puedo mover ninguna parte de mi cuerpo.siento calambres, náuseas y poco a poco se acaba el aire...lentamente voy callendo en un estado de letargo que me permite aceptar mi nueva y ultima morada, y comprendo que pasaré toda una eternidad compartiendo con gusanos mi ataúd.

lunes, 20 de noviembre de 2006

ANTES QUE ME DESPIERTEN


DIEGO FERNANDO CHIARI RAMOS


A Andrés Caicedo


"…Y la cuestión es, que los gusanos
también tienen que comer".

Eskorbuto


Andrés se murió. Maldita sea Andrés se murió 4.745 días antes de que yo naciera, y ese es un delirio que me fascina pero a la vez me aterra, como es que hayan pasado 4.745 tardes en donde ni él ni yo existíamos, como es que uno sea tan poquita cosa, porque antes y después de uno sigue habiendo lo mismo, sociedad apática a la sociedad, en diferentes circunstancias pero siempre la hay y no se puede hacer nada para cambiarlo, es como nacer dentro de un acuario y nunca enterarse. O sea que uno no significa nada para esté planeta ¿así que chiste tiene vivir? Probablemente en la noche, del día 2.300 alguien pensó lo mismo que yo, o tal vez no, simplemente llego cansado del trabajo a las 9.46, tomo un vaso de agua, entro al baño, subió a su cuarto y se quedó dormido hasta el amanecer del día 2.301. O tal vez sí lo pensó e incluso esa mañana quiso escribir su pensamiento pero no podía, era tarde, tenia que ir a trabajar, entonces en la noche aunque también cansado, redactó un manuscrito sobre lo raro que es saber que en el mundo hubo y habrá infinidad de vidas y mundos que uno jamás conocerá. Claro que esa hojita del manuscrito nunca se leyó y despareció como basura en una jornada de aseo.


Por eso me dio por escribir, y hoy me levante tempranito antes de que mi mamá llegue a despertarme, y aquí sentada en mi escritorio me disponía a escribir sobre esos pensamientos que a veces no me dejan dormir, pero lo malo es que yo no se escribir y cuando quiero contar algo me salen temas y temas y termino desviándome de lo fundamental, como lo estoy haciendo ahora.


¡Andrés!… Andrés si que sabia escribir y no le pasaba eso tan feo que me pasa a mi de no saber como escribir lo que voy a escribir; mejor dicho él decía exactamente lo que quería decir, creo…. En síntesis yo quería, era escribir todas esas cosas que me daba por pensar cuando era pequeña y mi mamá me acostaba temprano sin tener sueño. Yo no entiendo como es eso que en 1975 yo no era nada, absolutamente nada; y en 1740 menos y en el 4000 a.C. ni hablar, pero aún así si existía gente, mucha gente que hizo cosas que ahora se recuerdan.


¿Pero los que no? ¿Ah? ¿Qué paso con ellos? A mi me gusta ponerme a imaginar otras épocas, que yo vivia en esas otras épocas, en otros territorios, digamos en Rusia en 1550, o en China en 320 o en Arabia muchos años antes de que se empezara a contar de una. Algunas veces soñaba que era feliz con otra gente, otro idioma, otra geografía, pero eso de los sueños es una gran mentira, no vale nada. Cuando uno sueña algo bonito, luego se despierta y se desilusiona, y esa sonrisa con la que uno amaneció se desdibuja, entonces uno queda listo para comenzar un nuevo día. Bueno hace rato que no me sueño con nada de eso, ahora me da es por soñar con cosas de sexo, pero al despertar lo primero que veo es a mi mamá que fue la que me despertó y pum me pongo súper roja y ella se da cuenta pero no le da importancia, me da un besito en la frente y me dice que ya es hora.
Las cuatro cincuenta y seis a.m. me quedan cuatro minutitos porque mi mamá llega sagradamente a las cinco a despertarme todos los días durante diez años que es lo que llevo estudiando, ¿y si no?, ¿si mi mamá no me despertara nunca? Si mi mamá no me despertara nunca yo no iría a estudiar, entonces no aprendería a escribir y nunca sería una gran escritora, ven a eso me refiero con la gente que se muere y nadie la recuerda por no ser “importante”. Yo no se porque me dio por escribir, pero es chévere uno poder ver, leer y guardar por siempre sus pensamientos y no dejárselos al cerebro que es perezoso y termina olvidando las buenas ideas que a uno se le ocurren. Por ejemplo una vez se me ocurrió algo buenísimo para responder a un poema que me escribió un tipo feísimo, y toda la mañana me la pase pensando en una rima para decirle que no que gracias bonitamente, pero en la última hora de clase, me distraje y se me olvido todo, así que me toco quedar delante del tipo como una tonta al decirle que no diciéndole “no”, como si yo fuera manca o tonta y no supiera escribir. Yo le dije que no al tipo porque a mi el único que me gusta y me gustará por siempre es Andrés, lastima que se murió hace 4.745 días y yo ni lo pude conocer, lastima que la gente se muera y nunca logré nada y después el tiempo a todos nos olvide, lastima que sigan naciendo y desapareciendo épocas y ninguna sea realmente feliz, lastima que mi mamá este abriendo la puerta porque yo quería seguir escribiendo.